Narrativa
Vicente Marco
Nacido en Valencia en el año 1966, es un novelista, cuentista, dramaturgo y profesor de talleres de escritura creativa para adultos y niños. Ha publicado los ensayos Manual de Escritura Creativa y Premios Literarios (Ed. Berenice 2015), Cómo escribir un cuento y dibujarlo, Junto al ilustrador Kolo. (Ed. Berenice 2018), Escritura creativa para activar la mente, junto a la Catedrática de Piscología Asunción Aguilar (Ed. Berenice 2020); las novelas Murmullos (2000, Premio Comisión Cultural del Alto Almanzora, Olula del Río), Los trenes de Pound (2009, Premio Tiflos), Ya no somos niñas (2012, Finalista Premio Logroño), Opera Magna (2013, Premio Jaén de novela), Mi otra madre (2015, Premio Valencia de Narrativa en Castellano Alfons el Magnanim), El collage de Orsson Beans (2017. Finalista Premio Ateneo Valladolid), Las revelaciones de Mackenzie (2017), El cuadrilátero (2017. Premio de Novela El Fungible) La mujer geométrica (2019), Una novela de éxito (2022) y El maestro dorado (2024), así como la recopilación de cuentos Los que llegan por la noche (2010), El desorden de los números cardinales (2017) y las piezas teatrales Viernes trece y sábado catorce, Los guanchu guanchu y La soledad de la náufraga. Como dramaturgo, ha obtenido el Premio Nacional de Teatro Castellón a Escena 2013, el accésit del Premio Lope de Vega 2013, el Premio Fray Luis de León de Teatro 2014, y el Premio Ciudad de Requena de teatro 2017. Sus obras han sido representadas en distintas ciudades españolas, en República Dominicana, Ecuador y México.
En el género de narrativa ha obtenido numerosos galardones literarios, entre los que destacan, además de los mencionados, el Premio Unamuno, el Premio Julio Cortázar, el Premio Alberto Lista o Los Premios Hucha de Oro.
El taller de escritura Max Aub
Narrada de manera coral desde distintas voces y puntos de vista, y sobre todo con mucho humor, la novela narra las peripecias de un profesor de escritura creativa que en su primer taller en la prestigiosa Fundación Max Aub se encuentra con unos alumnos muy particulares. También el profesor, al que —y no cariñosamente— apodan el Espantapájaros es alguien singular y la novela se transforma en un ejercicio de ficciones mezcladas con valiosos e inútiles consejos de escritura, pero con una trama común en la que predomina la intriga tejida gracias a una estructura de novela río en el que convergen cada una de las historias afluentes y en la que se reflexiona acerca de la existencia y de la realidad o irrealidad de las vidas.
Entre personajes y tramas ficticias, en este juego metaliterario, en el que la propia creación alimenta el texto, lo único real y verdadero es el territorio donde transcurren los hechos: los hermosos parajes del Alto Palancia y el sabor auténtico de sus pueblos, especialmente Segorbe y Almedíjar.